Muy buenas tardes,
La semana pasada, justo cuando el abierto a la ciudad empezaba su emisión, sucedió un hecho terrible. Un joven de 17 años perdió la vida a manos de un cobarde aprendiz de pistolero. Una vida que jamás volverá a vivir, porque como decía mecano. Quien muere, no vive más.
Con este hecho ha vuelto a salir a escena el debate de la inseguridad ciudadana en algunas zonas de la ciudad y los motivos que la provocan. El hecho de que la víctima fuera de origen ecuatoriano no ha hecho más que fortalecer en algunos, el prejuicio de que esta situación es imputable a los nuevos ciudadanos.
Las atrocidades humanas las realizan personas con nombre y apellidos. No las realizan grupos étnicos, ni tampoco colectivos de alguna nacionalidad en concreto. Aborrezcamos a las personas violentas, rechacemos esos actos con total repulsa, pero no condenemos a alguien por tener la mala suerte de ser de la misma nacionalidad que el asesino.
No olvidemos que todos en esta vida somos inmigrantes.
24 de septiembre, empezamos el Abierto a la ciudad.