Muy buenas Tardes,
La ciudad, cómo dijo la semana pasada Carlos Villarrubia, es la zona cero. Es una parte más de nosotros mismos; si negamos la ciudad en la que vivimos de alguna manera nos estamos negando a nosotros también.
Vivimos en una ciudad que arquitectónicamente no es un referente internacional, tampoco lo es seguramente la distribución de nuestros barrios o las zonas verdes, escasas en muchos casos. Pero es la ciudad en la que vivimos, en la que respiramos y en la que muchas o alguna vez, también, nos hemos enamorado.
En ella pasamos gran parte de nuestra existencia y sólo se existe una vez. Querer la ciudad es un compromiso con uno mismo, intentar mejorarla es una obligación que tenemos todos, porque todos pertenecemos a ella.
El otro día una amiga me dijo que si le preguntaban de donde era ella contestaba Barcelona. Se ve que vio en mí una cara de perplejidad porque en seguida reaccionó preguntándome cual hubiera sido mi respuesta. Pues bien, mi respuesta fue, yo soy de L’Hospitalet.
Bienvenidos una semana más al abierto a la ciudad. Empezamos.